sábado, 28 de julio de 2012

La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas. Te hace bien, tanto como hace mal. Te hace odiar, tanto como querer y más. Cambiaste de tiempo,de amor, de música y de ideas. Cambiaste de sexo y de Dios, de color y de fronteras, pero en sí, nada más cambiarás y un sensual abandono vendrá

No hay comentarios:

Publicar un comentario